Dentro del sector del comercio internacional, en nuestro país hay cinco puertos que se sitúan entre los 125 más importantes del mundo, según datos de Puertos del Estado, el ente público empresarial dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda con responsabilidades globales sobre el conjunto del sistema portuario de titularidad estatal.
Según el ranking mundial, España se sitúa el puesto número 11 como potencia portuaria mundial, detrás de los gigantes asiáticos, Estados Unidos, Alemania y Holanda, países que ocupan hasta el momento las primeras posiciones.
Sin duda, para nuestro país, se trata de un sector fuerte, y de hecho, en 2019, el tráfico portuario de mercancías creció un 3,3% con respecto al ejercicio anterior, gracias a un movimiento de 563,4 millones de toneladas en los puertos españoles.
La evolución con respecto al pasado año ha sido muy positiva en 16 de las 28 autoridades portuarias estatales, pero actualmente, y como ya lleva ocurriendo desde hace tiempo, los puertos más importantes de España son cinco: Valencia, Algeciras, Barcelona, Las Palmas y Bilbao.
Estos puertos, que lideran el ranking nacional, movieron más de 12 millones de contenedores en 2019, lo que representa en torno al 86% del total de todas las autoridades portuarias españolas.
Veamos uno por uno para entender su magnitud:
- – Puerto de Valencia: el quinto puerto con más tráfico en Europa y el más grande de España. Es un referente imprescindible como creador de empleo, ya que cuenta con más de 15.000 empleados y canaliza tráfico de todos los sectores de la economía, entre los que destacan los de construcción, energético, químico y el del automóvil.
- – Puerto de Algeciras: se compone de numerosas infraestructuras marítimas diseminadas a lo largo de toda la bahía. Es el primer puerto de España en tráfico total de mercancías y, a diferencia de otros grandes puertos europeos, es de reciente creación. En 1982 se le une el Puerto de Tarifa y en 1993 pasa a denominarse Puerto de la bahía de Algeciras.
- – Puerto de Barcelona: situado entre la desembocadura del río Llobregat y el barrio de La Barceloneta, esta autoridad portuaria se divide en cinco áreas: el puerto ciudadano, el comercial, el turístico (cruceros) el energético y el puerto logístico. Es especialmente fuerte en el sector turístico, de hecho es el más grande del Mediterráneo en tráfico de cruceros y el cuarto del mundo, solo por detrás de los puertos del Caribe.
- – Puerto de Las Palmas: conocido también como Puerto de la Luz, en un complejo con fuerte actividad pesquera, comercial, de pasajeros y deportiva. Es una escala tradicional en la ruta de cruceros, tanto que por él pasan cada año más de un millón de pasajeros (entre turistas y usuarios de las rutas nacionales entre las islas y la península). Además, se le considera un punto estratégico, ya que muchos barcos procedentes de América o del resto de Europa hacen escala allí antes de llegar a sus destinos.
- – Puerto de Bilbao: ubicado en la desembocadura de la ría del Nervión con el mar Cantábrico, es el puerto más importante del norte de España. En sus muelles se encuentran astilleros y navieras más importantes de la zona, por lo que representa un pilar fundamental para la economía vasca y nacional.
Covid-19: cómo ha afectado a los puertos de España
Los puertos tienen el desafío constante de organizar su conectividad para una mayor eficiencia y para agregar valor a las cadenas de suministro. A día de hoy, podría decirse que desempeñan un papel protagonista en los planes de las cadenas de suministro, y de hecho, han sido los encargados de mantener a flote la actividad logística en la crisis del coronavirus.
Así, desde el comienzo del decreto del estado de alarma, todos los puertos importantes de España han continuado operando con relativa normalidad en las tareas de carga y descarga. Sin embargo, esta pandemia sí ha afectado a su rendimiento.
Según datos oficiales de Puertos del Estado, todos los puertos españoles movieron 174.814.882 toneladas entre enero y abril de 2020, lo cual ha supuesto un descenso del 6,2% en el acumulado del año. Este descenso se debe a que, si bien durante los tres primeros meses de año aumentaron los porcentajes con respecto a 2019, en abril se movieron 4,9 millones de toneladas menos que en el mismo periodo anterior, lo que supuesto un descenso del 10 %. Aunque, como es evidente, el mayor varapalo se lo ha llevado el tráfico total de pasajeros, que se ha visto mermado en un 44,5 %, superándose escasamente los 5 millones de personas.